En el mundo de los negocios, una buena idea puede aparecer en cualquier momento: en una reunión de trabajo, en una charla con amigos, o incluso mientras compartimos una copa de vino. Sin embargo, tener la idea no alcanza. Si no la registramos y protegemos, cualquiera podría usarla antes que nosotros.
Hoy queremos contarte una historia real que combina pasión, familia y visión empresarial. Es la historia de Revancha, un vino creado por Roberto de la Mota, uno de los enólogos más reconocidos de Argentina. Más allá del sabor de su vino, la verdadera enseñanza está en lo que hizo apenas escuchó el nombre que cambiaría el rumbo de esa etiqueta: fue directo a verificar si estaba disponible para registrarlo.
Roberto suele decir en tono de broma que nació en una bodega. Y no está tan lejos de la verdad: su formación como enólogo empezó mucho antes de entrar a la Universidad Nacional de Cuyo. Aprendió de la mano de su padre, Don Raúl de la Mota, considerado uno de los enólogos más famosos de Argentina. Después de completar sus estudios en Montpellier, Francia, y de dirigir una de las bodegas más importantes del país, Roberto cumplió un sueño personal: tener su propia bodega. Fue allí donde nació Revancha, un proyecto en el que la experiencia, la pasión y un terroir excepcional se unen para crear vinos verdaderamente únicos.
Una anécdota que comenzó en familia
La historia la contó el propio Roberto de la Mota en el programa radial Tope de Gama. Vale la pena recordarla, porque refleja muy bien el momento en el que una idea necesita transformarse en una marca registrada:
“En el año 2009 mi hijo tenía solo 15 años y necesitaba algo de dinero para cambiar la suspensión de su bicicleta de descenso, como ya tenía una enduro, yo lo invité a trabajar en la bodega. Trabajó en la vinificación, en tareas duras como hacer pisoneos y otras que son exigentes. Después de eso, para hacerlo más divertido y como premio al esfuerzo, hicimos un corte especial con cuatro variedades de uva y lo guardamos en barricas, para tener un recuerdo de esa experiencia.

Fotografías extraídas de la web oficial de Revancha Vinos. Derechos de autor pertenecientes a sus creadores.
A fines de 2010, un amigo vino a la bodega y le di a probar ese vino. Cuando lo degustó, me preguntó cómo se llamaba. Le conté que no tenía nombre y me dijo: ‘Este vino se tiene que llamar Revancha’. Me explicó que el nombre era perfecto porque yo había tenido una oportunidad que la vida me había dado y la estaba aprovechando con mi hijo. Me gustó la idea y, apenas se fue, fui directo a la computadora a ver si en la clase 33 existía ese nombre. No estaba registrado, así que así nació Revancha”.
Puedes leer más sobre la historia de este vino en su sitio oficial: revanchavinos.com y escuchar la nota en el podcast haciendo clic AQUÍ.
La reacción rápida que marca la diferencia
Lo que hizo Roberto de la Mota es exactamente lo que cualquier emprendedor o empresa debería hacer al tener un nombre que le gusta: verificar si está disponible para registrarlo. Él sabía que, si no lo registraba, alguien más podría usarlo, incluso antes de que él sacara su producto al mercado.
En su caso, buscó en la clase 33, que corresponde a bebidas alcohólicas (excepto cervezas) según la clasificación de marcas. Confirmó que Revancha estaba libre y tomó la decisión correcta: protegerlo.
Gracias a ese paso, hoy Revancha no solo es un vino reconocido, sino una marca con identidad propia y respaldo legal.
¿Por qué registrar una marca es tan importante?
Registrar una marca no es un trámite más: es la forma legal de decir “esto es mío”. La marca no solo es un nombre o un logo, es un activo que representa el valor, la calidad y la reputación de tu producto o servicio.
Si no la registras:
- Otra persona puede apropiarse del nombre.
- Puedes recibir una carta documento que te obligue a dejar de usarlo.
- Perderás tiempo, dinero y esfuerzo en cambiar etiquetas, envases, publicidad y presencia digital.
En cambio, si registras tu marca:
- Nadie más podrá usarla para la misma clase de productos o servicios.
- Tendrás el derecho exclusivo de explotarla comercialmente.
- Podrás licenciarla, franquiciarla o incluso venderla en el futuro.
El registro de marca en Argentina
En Argentina, el organismo encargado de registrar marcas es el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI). Allí se clasifican las marcas según un sistema internacional de 45 clases que agrupan distintos rubros y actividades.
Por ejemplo:
- Clase 33: bebidas alcohólicas (excepto cervezas).
- Clase 30: alimentos como galletitas, chocolates o café.
- Clase 35: servicios comerciales, publicidad y marketing.
Registrar una marca requiere presentar la solicitud, abonar las tasas oficiales y esperar el examen y la publicación oficial. El proceso puede durar varios meses, pero es fundamental para la seguridad de tu negocio.
El ejemplo de Revancha aplicado a cualquier emprendimiento
La historia de Revancha no es solo para bodegas.
Si tienes un emprendimiento de ropa, una marca de cosméticos, un restaurante o una startup tecnológica, el riesgo de que alguien se adelante y registre el nombre que te encanta es el mismo.
La oportunidad de registrar una marca se presenta una sola vez: antes de lanzarte al mercado. Una vez que el nombre está en manos de otro, recuperarlo puede ser costoso, lento o incluso imposible.
Cómo asegurarte de que tu marca esté protegida
- Definí el nombre y diseño: elegí un nombre que sea original y fácil de recordar.
- Verificá disponibilidad: consultá si ya está registrado en la clase correspondiente.
- Iniciá el trámite de registro: cuanto antes presentes la solicitud, antes tendrás prioridad sobre otros.
- Guardá toda la documentación: contratos, facturas, diseños, porque pueden ser útiles si hay reclamos.
- Usá tu marca registrada: una vez concedida, incluila en todos tus productos, envases y publicidades.
Estudio Iacona: más de 45 mil marcas registradas
Desde 1969, el Dr. Guillermo Iacona fundó el Estudio Iacona con una misión clara: asesorar y guiar legalmente a todas las personas que, como él, tenían una idea y querían protegerla.
En más de 50 años de trayectoria, el estudio ha registrado más de 45 mil marcas ante el INPI y otros organismos. Esa experiencia permite acompañar a emprendedores y empresas desde la elección del nombre hasta la obtención del registro.
Invitación final
Si te gustó esta historia y querés aprender más sobre cómo proteger tu idea, te invito a leer otros artículos en nuestro blog: marcasregistro.com.ar/blog.
Y si estás por lanzar un producto o servicio y ya pensaste un nombre, no lo dejes para después. En Estudio Iacona podemos ayudarte a registrar tu marca de forma rápida, segura y legal.
Contactanos hoy mismo y asegurá que tu nombre sea solo tuyo.